CULTIVO DE ACHICORIA
Una guía completa sobre el cultivo de achicoria, una planta con un encanto único y un sabor inconfundible. El radicchio es una hortaliza con hojas rojas, rosas, veteadas o blancas y crujientes, conocida no solo por su sabor ligeramente amargo, sino también por sus numerosas propiedades nutricionales. Tanto si eres un horticultor experimentado como un principiante entusiasta, esta guía te acompañará paso a paso en el descubrimiento de las mejores técnicas para cultivar radicchio con éxito.
En estas páginas exploraremos todo lo que necesitas saber para obtener una cosecha abundante y de calidad: desde la elección del terreno y su preparación, hasta las variedades más adecuadas, su siembra, así como el cuidado y la cosecha del producto terminado. Con consejos prácticos, sugerencias útiles y respuestas a las preguntas más frecuentes, te proporcionaremos las herramientas necesarias para transformar tu huerto en un pequeño oasis de radicchio.
Prepárate para descubrir los secretos de esta deliciosa verdura y experimentar el placer de cultivar en casa un producto fresco y sabroso.
Preparación del terreno, siembra y deshierbe, continuando con el cultivo y recolección de achicoria.
Rotación de cultivos
•Se recomienda la sucesión a cereales de paja, evitando estrictamente el picado de los mismos y favoreciendo la recolección para no comprometer la fertilidad de la parcela (relación carbono/nitrógeno).
•se considera excelente la sucesión de abonos verdes de brassicas como rúcula, rábano picante y mostaza con efectos nematostáticos o fungicidas.
•Evitar la siembra y el trasplante en parcelas que hayan tenido especiales problemas fitosanitarios el año anterior.
•Evitar la sucesión de cultivos de alfalfa, remolacha azucarera, raíces pivotantes y cultivos que tengan el mismo marco fitosanitario (lechuga, escarola, hinojo, etc.), solanáceas (patata, pimiento, tomate).
•Prestar atención a la persistencia de las sustancias herbicidas activas utilizadas en el cultivo anterior.
•En términos de tiempo, se sugiere regresar con el mismo cultivo (achicoria/achicoria) a la misma parcela después de 4 años.
Preparación del suelo
El procesamiento principal se puede realizar arando o reorientando o, alternativamente, excavando a una profundidad de 30-35 cm. A continuación se realizarán uno o más desgarradores de refinamiento para crear un lecho de cultivo perfectamente refinado y nivelado. En suelos con dificultades de drenaje puede ser conveniente el subsolado, que se realizará antes del tratamiento principal, para facilitar el drenaje del agua y evitar fenómenos de estancamiento. Siempre para asegurar el drenaje tanto del agua de lluvia como del exceso de agua de riego, especialmente en terrenos con dificultades de drenaje, se recomienda disponer el terreno en prosa.
Fertilización
La fertilización debe basarse en dos aspectos importantes:
1) Conocimiento preciso de las características
del suelo (aporte de nutrientes).
2) Las necesidades del cultivo
(extracciones).
La fertilización también debe garantizar un impacto ambiental mínimo, tanto en términos de cantidad como de forma de distribución en el tiempo. Por tanto, es aconsejable favorecer la fertilización orgánica y, en el caso de los fertilizantes nitrogenados, intervenciones divididas en el tiempo para minimizar las pérdidas de fertilizantes por escorrentía.
PLANTA
Sembra directa
Quien decida recurrir a la siembra directa debe tener el máximo cuidado en la preparación del semillero, que debe estar perfectamente nivelado y afinado para permitir una distribución regular de la semilla, que debe colocarse a una profundidad no superior a 5 mm. La siembra se realiza con sembradoras neumáticas de precisión, operando con distancias entre hileras de 40 a 45 cm y colocando la semilla sobre hilera a aproximadamente 7 cm, utilizando cantidades de semilla que varían de 0,5 a 0,8 kg/ha. Después de la emergencia, en plantas con 4-5 hojas verdaderas, se realizará un aclareo definitivo a lo largo de la hilera a una distancia de 30-40 cm, para alcanzar la densidad óptima que varía según la precocidad del producto.
Trasplante
Si la plantación se realiza trasplantando plántulas cultivadas en bloques de tierra o cubos prensados provenientes de un vivero, el estado óptimo de las plántulas a trasplantar es de 3-4 hojas verdaderas. Las plántulas a trasplantar desde vivero deben tener una parte vegetativa verde uniforme, raíces bien desarrolladas y blancas yestar libres de cualquier forma de parásitos animales o vegetales (moho, bacterias, insectos, etc.). Para espaciamientos de siembra y densidades de cultivo se aplican las notas ya reportadas para siembra directa. Al plantar es muy importante que el collar permanezca por encima del suelo. Después del trasplante se recomienda un riego más o menos abundante, según la estación y la naturaleza del suelo, para que la tierra se adhiera a la raíz, evitar la deshidratación del suelo y favorecer el enraizamiento.
Densidades de cutivación recomendadas
Seleccionar densidad
- Temprano 9 pp/m²
- Promedio 8 pp/m²
- Tarde 7 pp/m²
Instrucciones de siembra en el vivero
1) Asegúrese de mantener el nivel de humedad constante y controlado hasta emergencias.
2) Sostenga una cámara de germinación, úsela ajustando la temperatura a 25-28°C.
3) Evite, si es posible, la exposición a temperaturas superiores a 35°C e inferiores a 24°C.
4) La planta debe trasplantarse después de 23 a 25 días a la edad de 4 a 5 árboles verdes. Tenga cuidado de no trasplantar una planta que dure más de 30 días.
5) Prestar atención a los ataques de fitoagogos (arañas, caracoles, trips y hojas) y, en caso de ataque, intervenir rápidamente.
6) Prestar especial atención a la limpieza/desinfección de los envases, selección del sustrato y limpieza.
Control de plagas
El control de las gramíneas enfermas debe lograrse interviniendo sobre las infestaciones contenidas y sobre las plantas jóvenes. Para limitar al máximo el uso de productos químicos, es recomendable utilizarlos junto con algunas prácticas agronómicas como la falsa siembra y el deshierbe.
Irrigación
Si es necesario, especialmente durante las primeras fases de plantación, y en cualquier caso cuando sea necesario, con cantidades de al menos 200m³ de agua/ha/intervención. El mejor método a utilizar para un suministro óptimo de agua a la planta y para racionalizar el consumo de agua es el uso de la microgestión.
Recogida
La recolección se realiza cuando el producto ha alcanzado las características de tamaño, compacidad y color propias del tipo considerado. Los tipos tempranos que maduran en las épocas más cálidas pueden requerir, según la homogeneidad del cultivo, 2 o 3 operaciones de recolección. En la mayoría de los casos se puede conseguir un 50-60% del total en la primera intervención y un 30% en la segunda. En el producto destinado a conservación en frío, el aderezo es generalmente más limitado. En estos casos también se dejan alrededor del cogollo hojas con coloración no óptima, siempre que estén sanas, que sirven para proteger las que están debajo. Para limitar las infecciones por patógenos, la raíz debe tener al menos 3-4 cm de largo. El producto recolectado generalmente se coloca en cajas o contenedores de plástico, que deben limpiarse y posiblemente desinfectarse con agua clorada, para evitar la propagación de agentes pudridores.